Cuando
llegaron los europeos a América, a partir del año 1492, encontraron
numerosas comunidades aborígenes que tenían distintos niveles de
desarrollo cultural.
Muy pocos eran nómadas (no tenían domicilio,
sedentarios) que vivían de la pesca y de la recolección. Otras
comunidades más numerosas eran seminómadas y habían iniciado la práctica
de la agricultura, la producción artesanal, etc., y completaban su
alimentación con la caza y la recolección.
Otras comunidades ya
se habían establecido permanentemente en aldeas agrícolas; y en el cual
México y Guatemala, y en los Andes suramericanos florecieron las
llamadas altas culturas que en muchos aspectos igualaban las culturas
del viejo mundo, y en otros aspectos la superaban.
Los mayas
fueron un antiguo pueblo de América Central, cuya área de influencia
comprendía un vasto territorio situado entre los actuales países de
Guatemala, Belice, el área occidental e Honduras y El Salvador, los
estados Mexicanos de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Chipas.
La civilización maya se caracteriza por el uso de escritura jeroglífica,
la aplicación de un particular sistema de cubrir los edificios con
falsas bóvedas, el establecimiento de un calendario solar, entre otros.
Los
aztecas fueron un pueblo con una extraordinaria organización militar,
que crearon un gran imperio, cuya lengua era el náhuatl. La historia
azteca se divide en tres momentos distintos: la etapa inicial
corresponde a la llegada de los aztecas al valle de México y a su a su
asentamiento en Tula, hacia el 1214 d. C., en el segundo período, que
finaliza en 1428, se funda la capital, Tenochtitlán, entre 1325 y 1370.
Durante la tercera entapa, el imperio alcanza su momento de máxima
expansión y desarrollo. La civilización azteca desaparece el 1520con la
llegada de los conquistadores españoles, bajo el mando de Hernán Cortés.
El
imperio inca, llego a construir un perfecto sistema de organización
social, económica y política, realizó grandes e importantes obras de
ingeniería y construcción (carreteras, sistemas de riego, etc.) y
alcanzó un alto grado de desarrollo cultural; por todo ello, los incas
son considerados el imperio más próspero y organizado de la América
precolombina.
Historia de la cultura maya
Cultura de los MAYAS
La
agricultura ha constituido la base de la economía maya desde la época
precolombina y el maíz es su principal cultivo. Los mayas cultivaban
también algodón, frijol (poroto o judía), camote (batata), yuca y cacao.
Las técnicas del hilado, el tinte y el tejido consiguieron un elevado
grado de perfección. Como unidad de cambio se utilizaban las semillas de
cacao y las campanillas de cobre, material que se empleaba también para
trabajos ornamentales, al igual que el oro, la plata, el jade, las
conchas de mar y las plumas de colores.
Los mayas formaban una
sociedad muy jerarquizada. Estaban gobernados por una autoridad
política, el Halach Uinic, jefe supremo, cuya dignidad era hereditaria
por línea masculina, y el Alma Kan, sumo sacerdote. El jefe supremo
delegaba la autoridad sobre las comunidades de poblados a jefes locales o
bataboob, capataces de explotación agrícola que cumplían funciones
civiles, militares y religiosas. La unidad mínima de producción era la
familia campesina, que cultivaba una `milpa' (parcela de una 4-5
hectáreas) mediante el sistema de rozas, para atender a sus necesidades y
generar, a veces, un excedente del que se apropiaba la clase dirigente.
No se sabe con exactitud cuál fue el origen de la civilización maya ya
que la mayoría de las interpretaciones de los hallazgos encontrados son
contradictorias. Se cree que el período formativo comenzó hacía el 1500
a.C. Durante el período clásico, entre el 300 d.C. y el 900 d.C., los
mayas extendieron su influjo por la zona sur de la península del Yucatán
y el noroeste de las actuales Guatemala y Honduras. Esta fue la época
de máximo esplendor de la cultura maya y en ella se construyeron los
grandes centros ceremoniales y surgió y se desarrolló su mitología. Pero
a partir del 900 d.C. comenzó su decadencia y las ciudades fueron
abandonadas inexplicablemente. Hasta el siglo XVI los mayas consiguieron
mantenerse unidos, en el norte de Yucatán, pero tras un período de
revoluciones, conflictos y guerras civiles los españoles pudieron con
facilidad vencer a lo s grupos mayas más importantes. Pero a pesar de
todo, el gobierno mexicano no logró subyugar las últimas comunidades
independientes. Actualmente los mayas forman la mayoría de la población
campesina de la población campesina en Yucatán y Guatemala.
- Dioses principales
La religión maya era fuertemente politeísta y se centraba en el culto a un gran número
De
dioses de la naturaleza, de los que todo dependía. Éstos se distinguen
por su forma antropomorfa, fitomorfa, zoomorfa y astral. Su deidad
suprema es Itzamná, dios creador, señor del fuego y del corazón; se
hallaba ligado al dios sol, Kinich ahau, y a la diosa luna, Ixchel.
Otros dioses importantes son Chac, dios de la lluvia; Ah Mun, dios del
maíz, éste se hallaba en constante lucha con Ah Puch, diosa de la
muerte. Una característica maya era su total confianza en el control de
los dioses respecto a determinadas unidades de tiempo y de todas las
actividades del pueblo durante dichos períodos.
- Cosmogonía
Como en el mito de los orígenes de otras culturas, entre los mayas
aparece la del silencio y las tinieblas originales. Nada existe y es la
palabra de los progenitores la que dará origen al universo.
La
creación del hombre pasó por varias pruebas; en el primer intento, se
empleo el barro, pero se deshacía, no podía andar ni multiplicarse,
hablaba pero no tenía entendimiento. En la segunda prueba, los
Progenitores decidieron hacer muñecos de madera, pero aunque se
multiplicaban y se parecían y hablaban como el hombre, no tenían alma,
entendimiento ni memoria de su creador. Fueron destruidos y sobrevino un
gran diluvio. Además de los males enviados por los dioses, también se
rebelaron, vengándose de ellos, los perros, las aves de corral, las
piedras de moler, los utensilios domésticos. El intento definitivo de
creación concluyó con los hombre de maíz, que fueron cuatro:
Balam-Quitzé (Tigre sol o Tigre fuego), Balam-Acab (Tigre tierra),
Mahucutah (Tigre luna) e Iqui-Balam (Tigre viento o aire). Éstos estaban
dotadops de inteligencia y buena vista, de la facultad de hablar, andar
y agarrar las cosas. Éstos eran además buenos y hermosos.
- Cosmología y palingenesia
Los mayas creían que había trece cielos dispuestos en capas sobre la
tierra y que eran regidos por sendos dioses llamados Oxlahuntiku. La
tierra se apoyaba en la cola de un enorme cocodrilo o de un reptil
monstruoso que flotaba en el océano. Existían nueve mundos subterráneos,
también dispuestos en capas, y regidos por sendos dioses, los
Bolontiku, que gobernaban en interminable sucesión sobre un “ciclo” o
“semana” de nueve noches. El tiempo era considerado una serie de ciclos
sin principio ni fin, interrumpidos por cataclismos o catástrofes que
significaban el retorno al caos primordial. Pero nunca se acabaría el
mundo porque creían en la palingenesia, la regeneración cíclica del
universo. Los libros del Chilan Balam exponen predicciones acerca de
ciclos de destrucción y renacimiento. También se dice que en 1541
llegaron los dzules(los extranjeros) y lo deshicieron todo. Según los
mayas lacandones, cuando se acabe el mundo los dioses decapitarán a
todos los solteros, los colgarán por los talones y juntarán su sangre en
vasijas para pintar sus casas. Después reconstruirán la ciudad de
Yaxchilán, donde se habrán refugiado los lacandones. Según otro versión,
los jaguares de Cizín, dios del inframundo, se comerán al sol y la
luna.
- Las últimas moradas
Para los mayas existen tres
moradas diferentes para los muertos; el inframundo, un paraíso que se
encuentra situado en uno de los cielos y una morada celestial. La
primera está en el quinto de los nueve submundos, el más profundo.
Llegar hasta allí es peligroso: el muerto necesita un par de zapatos
nuevos, debe pasar tres puertas y cruzar un lago con ayuda de perros. La
segunda, el paraíso, es un lugar ameno donde corre leche y miel y
equivale a la morada de los dioses de la lluvia. En el paraíso hay
además un espacio para los niños. Según algunas interpretaciones,
también los suicidas acaban en la segunda morada. La tercera morada está
en el cielo séptimo, el más alto, donde van los que han pasado una
temporada en el inframundo, los muertos en la guerra y las mujeres que
murieron en el parto.
Uno de los dioses de la muerte más
importantes es Cizín, dios de los temblores de tierra y con el color
amarillo, símbolo de la muerte. Está vinculado al dios Jaguar, señor de
la noche estrellada. Bajo distintos nombres aparece en distintas
mitologías de África y América, en una de cuyas leyendas se cuenta que
tiene una piel de color azul celeste y está esperando la orden divina
para devorar a la humanidad
- Escritos
Los pueblos mayas
desarrollaron un método de notación jeroglífica y registraron su
mitología, historia y rituales en inscripciones grabadas y pintadas en
estelas (bloques o pilares de piedra), en los dinteles y escalinatas y
en otros restos monumentales. Los registros se realizaban en códices de
papel amate (corteza de árbol) y pergaminos de pieles de animales. Sólo
existen tres muestras de estos códices: el Dresdensis, el Perezianus y
el Tro-cortesianus. Estos códices se utilizaban como almanaques de
predicción en temas como la agricultura, la meteorología, las
enfermedades, la caza y la astronomía.
En el siglo XVI se
escribieron textos en lengua maya pero con alfabeto latino, y entre los
más importantes se encuentran el Popol Vuh, relato mítico sobre el
origen del mundo y la historia del pueblo maya, y los llamados libros de
Chilam Balam, crónicas de chamanes o sacerdotes en la que se recogen
acontecimientos históricos. La obra del obispo fray Diego de Landa,
Relación de las cosas de Yucatán, es una fuente importantísima para
descifrar la grafía maya
CULTURA DE LOS INCAS
Los
incas fueron gobernantes que recopilaron y dieron gran extensión a una
serie de costumbres que ancestralmente existían en los Andes. Su valor
no se halla tanto en su capacidad creativa, sino en su habilidad para
difundir, ordenar y administrar el sistema andino en un amplio
territorio. La base de la cultura y la organización andina se encuentra
en el parentesco, es decir, en el ayllu, un conjunto de personas que se
consideran parientes pues creían descender de un antepasado común. Éstos
están a su vez unidos por vínculos de reciprocidad, es decir, están
comprometidos a ayudarse mutuamente en las labores cotidianas; a este
tipo de trabajo se le conoce con el nombre de ayni. También tienen la
obligación de trabajar juntos para el beneficio de todo el ayllu: este
trabajo se conoce como minca. Los miembros de un ayllu responden a la
autoridad de sus curacas (caciques), que son los encargados de regular
las relaciones sociales, de ejecutar las fiestas, de almacenar recursos,
repartir las tierras entre su gente y disponer de la mano de obra. La
economía inca no conoció ni la moneda, ni el mercado, por lo tanto los
intercambios y la fuerza laboral se obtenían a través de lazos de
parentesco o por reciprocidad. Entre parientes existía un intercambio de
energía constante, pero también se daba trabajo para la autoridad,
conocido como mita. El inca pedía como tributo exclusivamente mano de
obra, que era enviada a trabajar sus tierras, a hacer cerámica, a
construir andenes o grandes obras arquitectónicas. A cambio, el inca
devolvía estos servicios organizando rituales, manteniendo los caminos,
repartiendo bienes en caso de necesidad o en fiestas; esta relación por
la cual el inca devolvía el trabajo del ayllu se conoce como
redistribución.
En el cenit de su poderío, los incas habían
desarrollado un sistema político y administrativo no superado por ningún
otro pueblo nativo de América. El Imperio incaico era una teocracia
basada en la agricultura y en el sistema de ayllus, o grupos de
parentesco, dominada por el inca, que era adorado como un dios viviente.
En la organización política inca llama la atención la existencia de un
sistema de poder dual, donde todas las autoridades aparecían siempre
emparejadas: por ejemplo, en el caso del inca, se propone la existencia
de dos incas que gobiernan en simultáneo, un inca hanan (`arriba') y un
inca hurin (`abajo'). De igual forma, las autoridades a nivel local eran
también duales: a nivel de los ayllus, las máximas autoridades fueron
los curacas; todo ayllu tenía dos curacas, uno hanan y otro hurin. Por
debajo de los incas, se encontraban las familias de los antiguos incas,
las cuales formaban grupos de parentesco conocidos como panacas
(`familia noble'), quienes se encargaban de mantener el recuerdo del
inca fallecido, de realizar ceremonias en su nombre y de cuidar de sus
bienes y alianzas hechas en vida. Las panacas tenían gran influencia en
la decisión del nombramiento de los sucesores al cargo de inca. Debajo
de este sector se encontraban los jefes de los pueblos conquistados por
los incas, los cuales, en caso de no ser rebeldes, recibían una
educación cuzqueña y una serie de privilegios. El siguiente nivel de
autoridad lo constituían los curacas, jefes de los ayllus. La gente
común estaba agrupada en la categoría de hatun runa, se trataba de
campesinos miembros de un ayllu, éstos tenían la obligación de ir a la
mita (trabajo por turnos) para el Estado inca. Algunos salían
temporalmente de esta condición y eran movilizados fuera de su lugar de
origen: a estos se les conoce como mitimaes o mitmaqunas, población que
era movilizada a distintas zonas con diferentes objetivos, como obtener
recursos o poblar regiones. Finalmente estaban los yanaconas, quienes
eran separados definitivamente de su ayllu y pasaban a depender
directamente del inca, para quien desempeñaban una labor especializada.
Administrativamente,
todo el territorio estaba dividido en cuatro grandes regiones o suyos
(`parte'), a ello debe su nombre Tahuantinsuyu (una palabra quechua que
significa literalmente `Tierra de los Cuatro Cuarteles' o `de las Cuatro
Partes'), que estaba, a su vez, subdividido en cuatro: Antisuyu,
Collasuyu, Cuntisuyu y Chinchasuyu.
Fue el inca un pueblo de
agricultores avanzados: para cada zona desarrollaron una estrategia que
permitía obtener el máximo provecho. Utilizaron andenes o terrazas de
cultivo para aprovechar las laderas de los cerros, camellones o waru
waru en zonas altas inundables, irrigaciones, etc. Es destacable la
existencia de un arado de pie conocido como chaquitaclla. Los cultivos
más importantes fueron la papa (patata) y el maíz, además del ají, la
chirimoya, la papaya, el tomate y el frijol. Las llamas fueron los
animales básicos de transporte; también se domesticaron las vicuñas y
alpacas por su fina lana. Otros animales domesticados fueron guanacos,
perros, cobayas y ocas. Las principales manufacturas incas fueron la
cerámica, los tejidos, los ornamentos metálicos y las armas con bellas
ornamentaciones. A pesar de no contar con caballos, ni vehículos de
ruedas ni un sistema de escritura, las autoridades de Cuzco lograron
mantenerse en estrecho contacto con todas las partes del Imperio. Una
compleja red de caminos empedrados que conectaban las diversas zonas de
las regiones, permitía esta comunicación; mensajeros entrenados —los
chasquis—actuando en relevos, corrían 402 km al día a lo largo de esos
caminos. Los registros de tropas, suministros, datos de población e
inventarios generales se llevaban a cabo mediante los quipus, juegos de
cintas de diferentes colores anudados según un sistema codificado, que
les permitía llevar la contabilidad. Botes construidos con madera de
balsa constituían un modo de transporte veloz a través de ríos y
arroyos.
Entre las expresiones artísticas más impresionantes de
la civilización inca se hallan los templos, los palacios, las obras
públicas y las fortalezas estratégicamente emplazadas, como Machu
Picchu. Enormes edificios de mampostería encajada cuidadosamente sin
argamasa, como el Templo del Sol en Cuzco, fueron edificados con un
mínimo de equipamiento de ingeniería. Otros logros destacables incluyen
la construcción de puentes colgantes a base de sogas (algunos de casi
cien metros de longitud), de canales para regadío y de acueductos. El
bronce se usó ampliamente para herramientas y ornamentos.
La
religión tuvo un carácter de gran formalidad. El dios supremo de los
incas era Viracocha, creador y señor de todas las cosas vivientes. Otras
grandes deidades fueron los dioses de la creación y de la vida,
Pachacamac, del Sol, Inti (padre de los incas), y las diosas de la Luna,
Mamaquilla, de la Tierra, Pachamama, y del rayo y la lluvia, Ilapa. Las
ceremonias y rituales incas eran numerosos y frecuentemente complejos y
estaban básicamente relacionados con cuestiones agrícolas y de salud,
en particular con el cultivo y la recolección de la cosecha y con la
curación de diversas enfermedades. En las ceremonias más importantes se
sacrificaban animales vivos y raramente se exigía la realización de
sacrificios humanos como ofrenda a los dioses. Los incas produjeron un
rico corpus de folclore y música, del cual sólo perviven algunos
fragmentos.
Cultura de los AZTECAS
Sociedad y religión aztecas
La
sociedad azteca estaba dividida en tres clases: esclavos, plebeyos y
nobles. El estado de esclavo era similar al de un criado contratado.
Aunque los hijos de los pobres podían ser vendidos como esclavos, solía
hacerse por un periodo determinado. Los esclavos podían comprar su
libertad y los que lograban escapar de sus amos y llegar hasta el
palacio real sin que los atraparan obtenían la libertad inmediatamente. A
los plebeyos o macehualtin se les otorgaba la propiedad vitalicia de un
terreno en el que construían su casa. Sin embargo, a las capas más
bajas de los plebeyos (tlalmaitl), no se les permitía tener propiedades y
eran campesinos en tierras arrendadas. La nobleza estaba compuesta por
los nobles de nacimiento, los sacerdotes y los que se habían ganado el
derecho a serlo (especialmente los guerreros).
En la religión
azteca numerosos dioses regían la vida diaria. Entre ellos
Huitzilopochtli (deidad del Sol), Coyolxahuqui (la diosa de la Luna que,
según la mitología azteca, era asesinada por su hermano el dios del
Sol), Tláloc (deidad de la lluvia) y Quetzalcóatl (inventor de la
escritura y el calendario, asociado con el planeta Venus y con la
resurrección).
Los sacrificios, humanos y de animales, eran parte
integrante de la religión azteca. Para los guerreros el honor máximo
consistía en caer en la batalla u ofrecerse como voluntarios para el
sacrificio en las ceremonias importantes. Las mujeres que morían en el
parto compartían el honor de los guerreros. También se realizaban las
llamadas guerras floridas con el fin de hacer prisioneros para el
sacrificio. El sentido de la ofrenda de sangre humana (y en menor medida
de animales) era alimentar a las deidades solares para asegurarse la
continuidad de su aparición cada día y con ella la permanencia de la
vida humana, animal y vegetal sobre la Tierra.
Los aztecas
utilizaban la escritura pictográfica grabada en papel o piel de
animales. Todavía se conserva alguno de estos escritos, llamados
códices. También utilizaban un sistema de calendario que habían
desarrollado los antiguos mayas. Tenía 365 días, divididos en 18 meses
de 20 días, a los que se añadían 5 días `huecos' que se creía que eran
aciagos y traían mala suerte. Utilizaban igualmente un calendario de 260
días (20 meses de 13 días) que aplicaban exclusivamente para
adivinaciones. La educación era muy estricta y se impartía desde los
primeros años. A las mujeres se les exhortaba a que fueran discretas y
recatadas en sus modales y en el vestir y se les enseñaban todas las
modalidades de los quehaceres domésticos que, además de moler y preparar
los alimentos, consistían en descarozar el algodón, hilar, tejer y
confeccionar la ropa de la familia. A los hombres se les inculcaba la
vocación guerrera. Desde pequeños se les formaba para que fueran
fuertes, de modo que los bañaban con agua fría, los abrigaban con ropa
ligera y dormían en el suelo. A la manera de los atenienses de la Grecia
clásica, se procuraba fortalecer el carácter de los niños mediante
castigos severos y el fomento de los valores primordiales como amor a la
verdad, la justicia y el deber, respeto a los padres y a los ancianos,
rechazo a la mentira y al libertinaje, misericordia con los pobres y los
desvalidos. Los jóvenes aprendían música, bailes y cantos, además de
religión, historia, matemáticas, interpretación de los códices, artes
marciales, escritura y conocimiento del calendario, entre otras
disciplinas.
Podemos
concluir que las cultura de los maya, que se ubicaron en las tierras
altas de la actual Guatemala alrededor del año 2 100 a. de C., por
influencia olmeda, se convirtieron en un pueblo constructor de centros
poblacionales permanentes de tipo aldeano.
Luego, entre los años
292 y 900 d. de C., se produjo el mayor esplendor de la civilización
maya. Mas tarde (900-1527 d. de C.), los toltecas impusieron a los mayas
su dominio político-religioso, y se produjo la fusión cultural de
ambas.
Los toltecas son originarios de Hehuetlapallan, aldea
fundada en el año 576 a. de C. por emigrantes del noroeste de México.
Luego, avanzaron hacia el sur hasta asentarse en el valle de la actual
ciudad de México, logrando convertirse en la cultura mas avanzada
durante los años 900-1110 d. de C.
Entre los años 1250 y 1527 d.
de C., hubo un proceso de desorganización política, los grandes centros
urbanos fueron abandonados, y surgieron pequeñas aldeas que mantenían
constantes rivalidades entre si.
Los teotihuacanos hacia el año
200 a. de C., crearon la mas importante cultura del área central del
antiguo México, y llegaron a extenderse hasta la actual Guatemala.
Los
aztecas, a diferencia de las demás civilizaciones antes mencionadas,
indicaron tardíamente su ascenso cultural, probablemente hacia el año de
1325 d. de C. cuando establecieron en el lago de Texcoco, en el cual
iniciaron en el cual iniciaron la construcción de la ciudad de
Tenochtitlán, hoy ciudad de México. Los aztecas habían sido una tribu
guerrera y nómada de cazadores y recolectores, provenientes de la región
semiárida del norte de México. En los siglos siguientes y hasta la
llegada de los españoles, dominaron a los pueblos vecinos y construyeron
un vasto imperio.
La cultura inca fue la resultante de la fusión
de tres culturas que le antecedieron: la cultura tiahuanaco de la
región del lago Titicaca, la cultura nazca, de la zona meridional de
Perú; y la cultura mochica-michú, de la costa septentrional.
El
imperio incaico llegó a extenderse desde el norte de Ecuador hasta el
centro de Chile, abarcando territorios de Perú, Bolivia y Argentina , y
contó aproximadamente con seis millones de habitantes. Se cree que el
fundador del impero incaico fue el inca Manco Capac, quien
condujo a su pueblo desde Cuzco e inició su expansión hasta construir un
estado fuertemente centralizado desde la ciudad del Cuzco. El último
inca fue Atahualpa, ejecutado por Francisco Pizarro en 1533.